A días de cerrar el año escolar 2023 en la Escuela El Ñilhue de Catemu, se celebró la culminación del proyecto «Espacio Amigable», una iniciativa crucial para la recuperación de un área dedicada a los y las estudiantes, pero también abierta a la comunidad en general. Esto fue posible mediante la colaboración de CEMIN Holding Minero.

El recién restaurado sector no es sólo un punto de encuentro, sino que también un símbolo de innovación y compromiso con la educación. “Este es un colegio que pertenece a la red de escuelas Alfadeca. Por eso para nosotros es especialmente importante poder ir aportando y fortaleciendo alianzas con los equipos directivos y con los docentes a través de este tipo de acciones”, destacó el Encargado de Relacionamiento Comunitario de CEMIN Holding Minero, Patricio de la Rosa

Diseñada para recuperar los actuales espacios públicos del establecimiento con juegos tradicionales -como el gato, el luche y el tejo- y así fomentar la interacción y el aprendizaje, esta pequeña obra representa un importante paso hacia la creación de un ambiente educativo más inclusivo y participativo.

La Directora de la Escuela El Ñilhue, Brenda Sandoval, reiteró el impacto de esta iniciativa en los niños y niñas, especialmente afectados por el uso excesivo de pantallas y celulares como consecuencia de la pandemia. “Buscábamos crear un espacio entretenido, que promoviera formas de recreación saludables”, dijo la educadora. 

En tanto, Aldo Pereira, Psicólogo de Convivencia Escolar de la Escuela El Ñilhue, reconoció igualmente la acción impulsada por la minera. “Me parece muy positivo que las empresas puedan contribuir de esta manera. Es esencial enriquecer los espacios escolares, no sólo para la entrega de contenidos, sino para fomentar un sentido de pertenencia, a través de escenarios lúdicos y de aprendizaje”, agregó. Según quienes están detrás del Proyecto “Espacio Amigable”, éste no sólo revitaliza un espacio físico, sino que también refuerza el compromiso de la escuela con la educación integral y el bienestar de sus estudiantes. Así lo reflejan las palabras de Agustín Angulo, quien acaba de egresar de este establecimiento y que participó activamente en las labores de pintura y hermoseamiento, pensando en aportar con un legado para los niños y niñas de cursos inferiores: “Dejar una huella como la generación de octavos básicos es algo importante para nuestro curso”, destacó el ahora ex alumno de la Escuela El Ñilhue.