Fue en 2018 que entró en vigencia la ley de Inclusión laboral, estableciendo la obligatoriedad a toda empresa con más de 100 trabajadores de contar entre su planilla con un 1% de personas en situación de discapacidad.

Desde entonces, Cemin se acogió a una medida alternativa definida en la misma ley, consistente en donaciones en dinero a proyectos o programas de asociaciones, corporaciones o fundaciones de la Ley de Donaciones. Pero en 2021, la empresa se comprometió a cumplir con el real espíritu de esta ley, para lo cual diseñó un programa basado en tres pilares: información y sensibilización a todos los trabajadores, identificación de casos y acreditación.

En este marco se realizaron 25 charlas que permitieron capacitar a más de 200 personas. “Se buscó empezar a hablar de la cultura inclusiva, de lo que es la discapacidad y derribar mitos. Además, fue una instancia para poder identificar casos de trabajadores propios que tuvieran alguna condición de discapacidad no acreditada”, señaló Verónica Opazo, Jefa de Selección, Desarrollo Organizacional y Talento Desarrollo de Cemin.

Con esta metodología se logró instalar este tema en distintas instancias, permitiendo que los propios trabajadores se acercaran por iniciativa propia para acreditar sus discapacidades. “Se hizo un seguimiento con una consultora externa y el equipo de la Gerencia de Gestión de Personas de Cemin para prestar colaboración en su atención médica, traslados y trámites durante todo el año. Se fueron acreditando de a poco, pero finalmente logramos cumplir con la cuota a fines de este 2021”, indicó Opazo.

Gracias a este programa, Cemin hoy cuenta con cinco trabajadores con algún grado de discapacidad, cumpliendo con el verdadero espíritu de la ley, que es dar empleabilidad a las personas discapacitadas, pero además generar cultura inclusiva en las organizaciones.

Para Claudia Alcaíno, Gerente Corporativo de Gestión de Personas “este es un tremendo resultado y para mí, un orgullo, el que logramos este objetivo trabajando en equipo. Era un desafío autoimpuesto, pues más allá de cumplir pagando una donación queríamos ser una empresa que cumpliera con el verdadero espíritu de la Ley de Inclusión. Ahora trabajaremos a futuro para tener más personas con discapacidad incorporadas en nuestra compañía”, y el desafío para el 2022 es duplicar la cifra de personas con discapacidad contratadas en Cemin.