Un importante reconocimiento obtuvo Cemin en el premio Kaizen Chile 2019 al alcanzar el quinto puesto en la categoría Excelencia en Productividad. Este reconocimiento fue obtenido por dos proyectos de mejora en la productividad implementados en Planta Amalia.

Este reconocimiento es promovido por Kaizen Institute Consulting Group, organización global que brinda servicios de consultoría y capacitación a empresas, estableciendo capacidades de mejora continua en toda la organización. El Premio Kaizen se entregó este año por primera vez en Chile y distingue a las empresas destacadas en adoptar las mejores prácticas de mejoramiento continuo y gestión de excelencia.

“El impulso del mejoramiento continuo partió hace 5 años en Cemin y ha ido cimentando una cultura de hacer bien las cosas desde el principio, en minas y plantas, mejorando día a día cada aspecto de nuestras operaciones e incorporando innovación en nuestros procesos. El mejoramiento continuo se ha transformado en nuestra forma de trabajar”, comenta James Stefanic, Director de Operaciones.

Durante el año 2019 Planta Amalia se fijó el objetivo de preparar la planta para funcionar a plena capacidad durante el 2020. En este sentido, se propuso mejorar la productividad mediante un programa de Excelencia Operacional que, por una parte, se orientara a aumentar la producción y, por otra, a disminuir el consumo de recursos.

Uno de los proyectos presentados a los premios Kaizen fue el aumento de la capacidad de chancado, para lo cual se utilizó el indicador OEE (Overall Equipment Efficiency), el cual mide el desempeño, disponibilidad y calidad de los equipos. Para aumentar el OEE se midieron y eliminaron sistemáticamente las causas de pérdidas y se realizaron mejoras en los equipos en terreno. Gracias a estos cambios el OEE aumentó logrando a fin del año 2019 cifras cercanas al 90%.

Por otra parte, se trabajó en distintas iniciativas para reducir el consumo de recursos. Una de ellas fue la optimización del ácido, para lo cual se midieron y analizaron las variables que inciden en el mayor o menor consumo de ácido. Se realizaron experimentos y pruebas, logrando una disminución progresiva de este consumo.

“Haber sido seleccionados entre los finalistas del premio Kaizen nos demuestra que vamos en el camino correcto en nuestra visión de utilizar la innovación como el vehículo que nos lleva a proyectar nuestro futuro. Seguimos trabajando para incorporar más soluciones que hagan nuestros procesos cada vez más eficientes, amigables con el medioambiente y sostenibles”, agrega James Stefanic.